Receta de Queque inglés

Comienza incorporando la mantequilla a temperatura ambiente en el tazón de la batidora. Bátela utilizando el accesorio de paleta hasta que esté suave y cremosa. Luego, añade el azúcar y continúa batiendo para lograr una mezcla bien cremada.

Incorpora los huevos uno a uno; mezcla bien después de cada adición para que se integren correctamente con la materia grasa.

Agrega un tercio de los ingredientes secos: la harina previamente tamizada para obtener una miga más ligera, el polvo de hornear y las especias, como canela en polvo, clavo de olor, cardamomo, nuez moscada recién rallada y un chorrito de esencia de anís. Si lo prefieres, puedes usar semillas de anís tostado para un toque más rústico.

Vierte la mitad de la leche y mezcla a velocidad baja por 1 minuto.

Continúa alternando los ingredientes secos con la leche, y recuerda reservar una pequeña parte de la harina para enharinar los frutos secos al final. Además, asegúrate de no sobrebatir la mezcla; lo ideal es incorporar los ingredientes justo hasta que la masa se vea homogénea, así se evita desarrollar gluten en exceso y que la masa se vuelva densa.

Por último, incorpora las pasas, la fruta confitada que prefieras y las nueces picadas, todas enharinadas para que no se hundan durante la cocción. Mezcla con una espátula de goma dando movimientos envolventes.

Vuelca la masa en un molde previamente engrasado y coloca una tira de papel manteca en la base para facilitar el desmolde. Hornea en horno precalentado a 180 °C durante aproximadamente 1 hora, o hasta que, al insertar un palillo, este salga limpio.

Cuando esté listo, retíralo del horno y deja que se enfríe antes de desmoldar. Una receta perfecta para compartir y disfrutar en cualquier época del año. Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte una fotografía del resultado final.

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Te proporcionamos los mejores consejos para un exquisito queque:

• Puedes incluir miel o melaza para darle humedad a la miga y profundidad de sabor.
• Este bizcocho se puede decorar con azúcar impalpable o un glaseado de limón.
• Las frutas confitadas pueden ser cáscara de naranja, cerezas o papaya. Mientras más naturales sean, más aroma tendrán y además te evitas los colorantes artificiales.
• Para darle un toque más especial, puedes remojar las frutas en ron, brandy o el licor que más te guste antes de mezclarlas en la masa.