Receta de Masa para torta de fiambre licuada
La torta de fiambre es uno de los platos más queridos dentro de la gastronomía uruguaya porque ha acompañado el desayuno de varias generaciones. Una de sus ventajas es que es bastante fácil de hacer y no requiere una gran inversión. Es decir, es un plato al alcance de todos en cualquier momento.
Desde que se popularizó, ha tenido diferentes versiones, entre las que destaca la torta hojaldrada y la licuada. Como su nombre indica, es un pastel de harina de trigo cuya masa se trabaja de manera íntegra en la licuadora. Como verás, es una mezcla espesa, pero bastante fluida, que es su característica principal. Sigue las instrucciones de RecetasGratis para saber cómo hacer torta de fiambre licuada, prepararla y dejarte sorprender por su simplicidad y delicioso sabor.
- Para la masa:
- 250 gramos de harina todo uso
- 300 gramos de leche
- 30 gramos de aceite
- 2 huevos
- 1 cucharada postre de sal
- 1 cucharada postre de azúcar
- 1 cucharada postre de polvo de hornear
- Para el relleno:
- 250 gramos de fiambres de cualquier tipo
- 250 gramos de queso mozzarella o cualquier queso que se funda
Ten a mano todos los ingredientes que necesitarás para hacer la torta de fiambre porque es un plato que se prepara bastante rápido. Precalienta el horno a 200 °C.
Para empezar a preparar la masa para torta de fiambre, vierte en la licuadora todos los ingredientes líquidos: leche, huevos y aceite.
Lícualos un poco para mezclarlos y romper las yemas de los huevos.
Con la licuadora encendida, agrega la harina a cucharadas para evitar dañar el electrodoméstico. Evita dejarla encendida durante mucho tiempo. Asegúrate de que la mezcla quede como un atol espeso, pero que la licuadora sea capaz de mover. Si notas que la parte superior no se mueve aunque esté a máxima velocidad, agrega un poco más de leche a cucharadas. Añade la cucharada de azúcar para contrarestar el sabor, mezcla con los ingredientes secos: harina y polvo de hornear.
Truco: Una variación de la torta de fiambre licuada es agregar queso parmesano a la mezcla después de licuarla.
Engrasa y enharina un molde de 30x20 cm para poder preparar en él tu torta de fiambre licuada. Prepara el relleno para el siguiente paso.
Vierte una parte de la mezcla en el molde, pero procura que no quede muy gruesa. La mezcla debe fluir con facilidad, tal como se ve en la foto.
Coloca una primera capa de relleno escogiendo tu fiambre favorito, que puede ser mortadela o jamón.
Coloca las lonchas de queso sobre el fiambre. Nuevamente, puedes hacer tu torta de fiambre uruguaya con el tipo de queso de más te guste, solo has de tener en cuenta que debe fundirse.
Truco: También se puede enriquecer la mezcla con pimienta y agregar tomate al relleno. Sin embargo, la torta tradicional solo lleva fiambres y queso.
Algunas personas colocan todo el relleno de una vez, pero nosotros preferimos verter una segunda capa delgada de mezcla y extenderla por toda la torta de fiambre con una paleta. Eso sí, todo depende de la cantidad de mezcla que tengas, puesto que debe quedar para la parte superior.
Añade más fiambres y queso y termina con la última capa de mezcla. Puedes agregar un poco de queso parmesano por encima, aunque esto es opcional.
Hornea la torta de fiambre licuada durante 30 o 40 minutos. El tiempo de cocción final dependerá de de la fuerza de tu horno y su intensidad de calor, de manera que verifica que está listo pinchando el centro con un cuchillo o palillo. Si al hacerlo sale seco, la torta está lista.
¡Listo! Ya puedes disfrutar de esta deliciosa receta de torta de fiambre licuada durante el desayuno o cuando te apetezca. ¡Cuéntanos si decidiste hacer dos capas de relleno como nosotros o solo una!
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Ahora que sabes cómo se hace la masa para torta de fiambre licuada y lo deliciosa que queda, si te ha sobrado puedes guardarla para comerla el día siguiente o incluso congelarla. Para el primer caso, solo tendrás que reservarla en la nevera perfectamente tapada. Para el segundo, te recomendamos cortar la torta de fiambre en porciones para congelarlas por separado e ir descongelando los trozos que te vayas a comer. Simplemente envuelve en papel film las porciones y déjalas en el congelador. Para descongelarlas, puedes dejar que se descongelen solas a temperatura ambiente o introducirlas en el microondas unos minutos.
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